Viajamos en esta ocasión hasta la hermosa comarca de la Jacetania, allí, ubicada en el municipio de Villanúa, en la provincia de Huesca, España, se encuentra la famosa Cueva de las Güixas. Conocida por su belleza y su valor histórico y cultural, esta cueva fascina a quienes la visitan con sus impresionantes formaciones subterráneas y su intrigante pasado. Con una extensión de más de 1.500 metros, es una de las cavidades naturales más importantes y mejor conservadas de Europa. Su nombre proviene del término aragonés «güixa», que significa bruja. Según la tradición popular, la cueva estuvo en tiempos habitada por brujas que realizaban aquí sus rituales, aunque de eso hablaremos un poco más adelante. Se trata de una cueva de piedra caliza formada por la acción del agua a lo largo de miles de años, de hecho se le calcula un origen cuaternario ( entre 25000 y 30000 años) y ha sido declarada Monumento Natural debido a su excepcional valor geológico y paisajístico.
El recorrido por la cueva ofrece una experiencia única para los amantes de la naturaleza, la geología y la historia. A medida que los visitantes se adentran en su interior, son recibidos por estalactitas y estalagmitas impresionantes, formaciones rocosas caprichosas que han sido esculpidas por el paso del tiempo y el agua que parece querer inundarlo todo de un momento a otro, lo que hace que se contemple un paisaje absolutamente mágico. Sin duda, una de las salas más destacadas es la conocida como «Sala de las Maravillas», en ella, los visitantes pueden admirar una diversidad de formaciones que parecen sacadas de un cuento de hadas. Estalactitas de diferentes tamaños y formas, estalagmitas que emergen del suelo como auténticas esculturas de piedra y cortinas de calcita que descienden desde el techo, creando una sensación de misterio y belleza indescriptible, por no hablar de los murciélagos, que curiosos, revolotean sobre nuestras cabezas durante buena parte de el recorrido.
Pero la Cueva de las Güixas no solo es un tesoro geológico, también es un testimonio de toda la historia de esta zona. Durante siglos, fue utilizada como refugio (también durante la guerra civil) y almacén por los habitantes de Villanúa. En su interior, se han descubierto herramientas y restos que evidencian la presencia humana desde la prehistoria hasta la Edad Media. En el siglo XVIII, fue utilizada como fábrica de hielo, una actividad que se desarrollaba en estas regiones montañosas para abastecer a la zona de hielo durante los meses de verano. Los enormes bloques de hielo eran extraídos de la cueva y transportados a diferentes lugares, siendo un recurso vital en una época en la que no existían los modernos sistemas de refrigeración.
En la actualidad, la cueva está abierta al público y se puede explorar mediante visitas guiadas. Es una oportunidad única para adentrarse en las profundidades de la tierra y descubrir los secretos que esconde este fascinante lugar. Durante el recorrido, los guías proporcionan además explicaciones muy detalladas sobre todo lo que allí se puede admirar. Además, todo el recinto cuenta con una iluminación cuidadosa que resalta la belleza natural de las formaciones rocosas, creando ese ambiente mágico y enigmático que hemos comentado antes y que estamos seguros no olvidaréis fácilmente. También se han instalado pasarelas y barandillas para garantizar la seguridad de los visitantes y proteger las delicadas estructuras de todo el enclave.
Es un lugar perfecto para disfrutar en familia o con amigos. Además de las visitas guiadas a la cueva, los alrededores ofrecen diversas actividades al aire libre, como senderismo, ciclismo de montaña y paseos a caballo. También hay restaurantes y alojamientos en Villanúa donde podréis descansar y saborear la deliciosa gastronomía aragonesa que os aseguramos merece mucho la pena. Sin embargo, lo que hace que este lugar sea realmente especial para nosotros, es su historia y su conexión con una enigmática bruja que llegó a ser conocida y respetada por toda la comarca debido a sus tremendos poderes…
Descubriendo a Guirandana de Lay
La Cueva de las Güixas alberga una antigua leyenda sobre la presencia de la bruja Guirandana de Lay. Según la tradición oral transmitida de generación en generación, esta se habría refugiado en la cueva durante sus andanzas por esta zona. Se dice que era una poderosa hechicera que vivió en la Edad Media y que utilizaba sus habilidades mágicas para influir en la vida de las personas de Villanúa y sus alrededores. Según cuentan las historias, la bruja era conocida además por su astucia, su belleza inquietante, su capacidad para cambiar de forma y poseía además un gran conocimiento sobre hierbas medicinales. A lo largo de los años, Guirandana se ganó la fama de ser la bruja del pueblo. Los habitantes de Villanúa acudían a ella en busca de remedios para sus enfermedades o consejos para resolver sus problemas cotidianos. Sin embargo, la fama de Guirandana también atrajo la atención de aquellos que temían su poder, provocando que finalmente fuera apresada por la inquisición y acusada de practicar «malas artes» lo que supuso que finalmente fuera quemada viva en la ciudad de Jaca en 1461. Según nos cuentan, su espíritu vela hoy en día por la conservación y la preservación de la Cueva de las Güixas, asegurándose de que nadie la profane o la dañe de ninguna manera. De hecho, durante las visitas, se recrea la presencia de esta bruja, añadiendo un toque de misterio y fantasía a la experiencia. Los guías turísticos comparten la leyenda y las historias asociadas con ella, creando un ambiente mágico y absolutamente cautivador. El legado de Guirandana de Lay continúa resonando hoy en día en toda esta zona, es una figura legendaria y muy querida que ha dejado una marca imborrable en la historia y el folclore de este hermoso pueblo del pirineo español. Su sabiduría, su habilidad para curar y su aura misteriosa siguen siendo recordados y valorados por los habitantes y visitantes de Villanúa en la actualidad siendo parte integral de toda su identidad cultural, algo que sinceramente nos resultó muy hermoso.
(Cuentan en Villanúa, que Guirandana y sus compañeras de aquelarre entraban y salían volando con sus escobas por esta suerte de «chimenea» natural que existe en la cueva y que este era también su lugar favorito para celebrar todo tipo de «hechicerías»)
Pero no penséis que Guirandana fue la única «bruja» de la zona, durante los siglos XV y XVI, hasta 15 mujeres fueron condenadas por el mismo motivo en la misma zona. De hecho, hoy en día, en la plaza que hay justo en frente de la oficina de turismo de Villanúa puede verse una maravillosa obra de arte en forma de árbol, que las homenajea y nos cuenta la historia de aquellas misteriosas mujeres que en la mayoría de los casos no pasaban de ser curanderas y mujeres con conocimientos de todo tipo, que ayudaban a sus vecinos en todo lo que podían, pero que resultaban obviamente «incomodas» en aquella oscura sociedad de entonces….
(aquí podéis ver una foto de esta bella escultura donde figuran grabados los nombres de las quince brujas ajusticiadas)
En resumen, la Cueva de las Güixas en Villanúa es un lugar fascinante que combina la belleza natural con una historia llena de misterio y leyendas. Con sus formaciones geológicas únicas y su conexión con la bruja Guirandana de Lay, es un destino imprescindible para todos aquellos que buscan admirar la naturaleza y sumergirse en la magia y los enigmas del pasado. Es emocionante pensar en las posibles historias y mitos que han surgido en torno a este lugar con el paso de los siglos, ya que añaden un toque de misterio y fantasía a la experiencia de explorar la cueva, algo que desde aquí os recomendamos que hagáis sin ninguna duda, adentraros en este lugar, conocer a sus gentes, sentir sus sombras y todo lo que os rodea y quizá, sólo quizá, podáis llegar a percibir como las manos de Guirandana de Lay se posan suavemente sobre vuestros hombros…. tan sólo un breve instante.