Hace más de 100 años, que una pequeña empresa de Atlanta comercializaba por primera vez un «medicamento» que contenía extracto de coca. Sus fabricantes lo distribuían como un verdadero milagro para los «dolores de cabeza y como un imbatible vigorizante», ese remedio sería muy pronto conocido en todo el mundo como «Coca-Cola»… esta es su verdadera historia:
En 1903, cuando aquel preparado era ya uno de los más populares de EEUU los médicos comenzaron a declarar a los cuatro vientos que la cocaína en realidad implicaba un grave riesgo para la salud. Pronto aquella advertencia se propagó por todo el territorio americano y como es lógico la compañía «Coca-Cola» no tuvo otro remedio que eliminar ese componente de su milagrosa receta … ¿o no lo hizo?
La historia oficial nos asegura que desde ese momento los aromatizantes de la coca y la cafeína para mantener aquel toque vigorizante son todo lo que hoy en día queda de la composición original. Finalmente, en 1914 la Coca-Cola desaparecía definitivamente de los botiquines estadounidenses.
Incomprensiblemente, al ser «modificada» y teóricamente «perder» para siempre su verdadera esencia es cuando la Coca Cola va adoptando una serie de fabulosas propiedades que muy pronto harán correr ríos de tinta y de rumores, es como si la imaginación popular se negase a olvidar el «mágico» ingrediente que contenía en su origen aquel bebedizo hoy famoso mundialmente.
Una de las más tempranas leyendas que surgen en torno a la bebida data ni más ni menos que del año 1930, donde incluso un artículo escrito en el «Journal of the American Medical Associattion» asegura que la mezcla de aspirina y Coca-Cola, además de producir severas alucinaciones es altamente perniciosa y adictiva, tanto como el más poderoso de los narcóticos. Sin embargo, el premio Nobel de la física (1965), el doctor Richard Feynman llegó a estas otras conclusiones tras experimentar precisamente con dicha combinación:
«Yo tenía con frecuencia que demostrar a los compañeros de la fraternidad universitaria cosas que no estaban dispuestos a creer. Por ejemplo, aquello de que al tomar aspirina y Coca-Cola uno se desmayaba inmediatamente o comenzaba a alucinar … de inmediato tomé seis aspirinas y tres Coca-Colas, una detrás de otra, en cada ocasión mis compañeros miraban asustados y se colocaron a mi alrededor temiendo que me desmayara en cualquier instante. Pero nada de eso ocurrió, lo único que recuerdo, es que aquella noche no pude dormir bien …» (fuente: Está usted de broma Sr. Feynman)
Son también conocidas popularmente, las increíbles dotes corrosivas de la Coca-Cola. Cualquier objeto metálico sumergido en ella se oxidará en solo veinticuatro horas, incluso hay quien la emplea como «desatascador de tuberías rebeldes». Carne, huesos y dientes quedan disueltos en horas, incluso los cálculos renales no se le resisten. Pero veamos de donde «surge» esta leyenda:
Frederick Allen, en su libro «Secret Formula», cita al parecer un ejemplo, que un profesor de la universidad de Cornell, Clive M. McCay, se inventó en 1950 para ilustrar su teoría de que el azúcar y el ácido fosfórico (dos ingredientes de la Coca-Cola) producían caries. Según este profesor, bastaba sumergir un diente en el líquido que nos ocupa, para que en cuestión de horas comenzara a ablandarse hasta desaparecer en solo dos días. De inmediato el por entonces director del departamento químico de Coca-Cola, Orville May, desmintió aquel dramático efecto, aseverando que los mismos ingredientes podían encontrarse incluso en un simple zumo de naranja y que para que aquello pudiera producirse la persona tendría que retener durante días y días el líquido en su boca, algo del todo imposible. Pero a pesar de aquello, el rumor ya circulaba con fuerza por toda la población y como bien podéis comprobar ha llegado hasta nosotros en plena forma.
Las propiedades «cáusticas» del invento han llegado a tal punto que incluso durante mucho tiempo, circuló la «noticia» de que un baño «vaginal» de Coca-Cola era, ¡lo mejor como espermicida! Incluso se llegó a sospechar de la bebida en los ambientes cospiranóicos como una potente arma química creada para esterilizar a todo el «tercer mundo» …
En fin, como podéis comprobar amigos son muchas las «leyendas» que han circulado y todavía hoy circulan sobre este producto, unas con evidente interés comercial y otras nacidas desde la más tierna ingenuidad, el caso es que a día de hoy Coca-Cola sigue siendo en lo que se refiere a su fórmula todo un enigma y quizá, quien sabe, algún día podamos descubrir que «La Chispa de la Vida» no es más que una bebida dotada de un impresionante aparato propagandístico que ha sabido llegar hasta lo más profundo de nuestro subconsciente … ¿O quizá no?