Penetramos en la capital de la comarca de la Tierra Alta catalana, Gandesa, un municipio donde la guerra ha dejado una profunda huella a lo largo de su historia. Las guerras carlistas tuvieron aquí uno de sus escenarios principales y varias confrontaciones durante la guerra civil también marcaron para siempre este lugar. Tanto es así, que nuestro primer objetivo en este viaje consiste en la visita a uno de los museos más interesantes que se pueden encontrar en toda nuestra geografía, el museo memorial sobre la Batalla del Ebro…
Nuestro compañero Miguel en un gesto de repulsa hacia la guerra
CENTRO DE ESTUDIOS DE LA BATALLA DEL EBRO
Museo histórico – Guerra Civil Española
1936 – 1939
Gandesa
Av. Catalunya, 3-5.
43780 Gandesa
Tel: 977420910
Mail: cebe115@hotmail.com
ESCENARIOS DE GUERRA. LA COLL DEL MORO
Continuamos nuestro viaje por la comarca de las tierras altas y sin alejarnos demasiado de Gandesa llegamos hasta un lugar poco conocido, la Coll Del Moro. Con sus casi 500 metros de altitud, la Coll Del Moro (Cuello del Moro) se convirtió pronto en un lugar de máxima importancia estratégica para el desarrollo y la resolución de la Batalla del Ebro. Corbera de Ebro al este, al oeste Horta y, delante, las cordilleras de Pàndols y Cavalls, se podían «observar» a la perfección desde esta pequeña montaña. De echo, el propio Francisco Franco visitaba con frecuencia el lugar para contemplar la evolución de las tropas en dicha batalla.
No obstante, hay que decir que con anterioridad el bando republicano ya empleó este mismo lugar para organizar su ofensiva sobre Gandesa y atacar por detrás a las tropas «nacionales» que atacaban en ese momento el País Valenciano. Ambos bandos emplearon pues este enclave y comprendieron que su control resultaba de vital importancia. De aquellos casi cuatro meses de horror quedan ya sin embargo pocos vestigios, algunas trincheras casi ocultas por la naturaleza y los restos de lo que fue un monumento franquista en honor a los combatientes nacionales de aquella batalla es todo lo que ahora uno se puede encontrar allí. Pero aquí no solo existen huellas de la guerra civil, bajo nosotros a apenas unos metros de distancia, se pueden observar también los restos de lo que fue una antigua necrópolis ibérica, pertenecientes a un núcleo de población que habitó aquel lugar entre el 600 a.c y finales del siglo III a.c o principios del siglo II a.c. incluso aquellos hombres ya entendieron que el control de aquella vía de acceso era vital para ellos….